Muy personal ... perdonen los presentes.
Hace un poquitín más de dos años Héctor vino a mi casa y me planteó que hiciéramos juntos una Escuela de Cocina ya que por razones muy personales ambos queríamos sentir que teníamos algo propio, así fuera una "taguarita". El 11 de Mayo inauguramos la Escuela en un Apartamento mínimo con sólo 24 alumnos y 4 materias teoricas: Él daba una, yo otra, dos profesores daban las otras dos materias teóricas y Hector y yo éramos los unicos dando cocina. Nuestras esposas hacían de secretarias, jefas de compras, gerentes y lo que viniera. ¡Trabajabamos como animales, pero era nuestra taguarita!.
Hoy La Escuela casi se parece a lo que ambos soñamos en noches de vino y sueños a realizar, es una Escuela que crece poco a poco y que cada vez me ha demostrado de manera renovada que no habrá nada que me de más satisfacciones que este proyecto. Ahora somos 19 empleados en esta familia y 85 alumnos y lo hermoso es que un día vimos que para ser serios tendríamos que tener una estructura de gastos que jamás nos dejaría dinero para vivir y eso nos obligó a buscar otras fuentes (la chocolatería, los catering, los cursos cortos, en mi caso la TV) con tal de jamás cerrar nuestra Escuela que es la que nos quita el sueño y por la que nos desvivimos ... esta Escuela ha sido la testigo de nuestro crecimiento profesional y de nuestro crecimiento como gente porqué el contacto con es@s alumn@s definitivamente nos ha vuelto más humanos. Esta Escuela además ha terminado por incorporar gente que será mi familia para siempre como por ejemplo nuestra Directora gastronómica y ahora socia Liselotte Salinas o Valeria o Katty y los alumnos que se han incorporado a trabajar con nosotros.
Anoche fue el acto de grado de la primera generación de alumn@s que hicieron los tres trimestres, de hecho les tocó vivir la intensidad tremenda nuestra, todos los días de un año y dos días. El acto estuvo precioso porqué había bastante carga emocional presente.Éramos como 50 personas (contando familia), vino el famoso DJ "Muu" para amenizar la velada, la Casa Concha y Toro donó litros y litros de vino y para mi emoción, ¡Ex-alumn@s y alumn@s regulares decidieron por motus propio hacer los abrebocas que se sirvieron!.
A las 10 y media de la noche se habían ido todos a sus fiestas privadas y en la Escuela nos quedamos Héctor, Liselotte y Yo con algun@s alumn@s que notaron nuestra tristeza (Miguel, Ma. Elisa, José Joaquín, Adrián, Loredana, Carlos, Tania, Alexsandro y Andreína) y así nos quedamos soñando proyectos hasta las dos de la mañana. Cuando llegué a la casa casi no pude dormir sabiendo que est@s hij@s se me habían ido.
¡MUCHACH@S EL CUARTO NIVEL SERÁ CUANDO ME SIENTE EN SUS RESTAURANTES Y USTEDES DECIDAN BRINDARME LA COMIDA!
Comentarios
El encontrarnos con la mayor parte de nuestros profesores y todos nuestros compañeros, recordé cada uno de los aprendizajes que obtuve en el ICC. Nunca pensé en todo lo que iba a adquirir y el infinito mundo que se abriría al entrar aquel día que tendríamos la entrevista con Sumito, quien rompería con todos nuestros esquemas tradicionales y paradigmas acerca del oficio de lo que significaba ser cocinero.
El año que vivimos en el ICC fue plenamente lleno de ganancias: amistades, formas de compartir, voluntad, perseverancia, sinceridad, aguante, y lo mas importante PASION. Pasión por ver como todo se transforma para crear placer, placer al crear, producir, todas aquellas cosas que cada uno de nosotros disfruta y siente al comer. Siento el profundo compromiso de retribuir esa pasión contaminante que nos transmitieron Sumito, Héctor y Lisselote en el mundo de la cocina.
Agradezco profundamente el altruismo que han tenido cada uno de nuestros profesores y chef invitados en compartir tan abiertamente sus experiencias, logros y pesares. Agradezco profundamente la pasión e inteligencia de Sumito y Héctor en concebir un proyecto de formación de cocineros con un estándar de calidad inigualable. Agradezco la alegría contagiosa de cada una de las personas que están involucradas en las aulas y fogones de la escuela. De otra forma no hubiese nunca entendido lo que significaba lo complejo y placentero que es cocinar. Ahora puedo ver lo que antes tenia ante mis ojos y no tenia significado alguno. Ahora puedo entender y comprender lo que significa ser cocinero, mesonero y lo vital de un buen servicio. Ahora entiendo la capital importancia de lo que es calidad y lo difícil de conseguirla y mantenerla. Ahora entiendo que un buen cocinero es integral, instruido, actualizado, gerente, conocedor del oficio y un gran trabajador. Entiendo ahora el valor real de los platos, cada minuto que uno pasa pesando, midiendo, transformando con las manos y procurando que las mezclas sean exitosas.
Gracias Héctor y Sumito por habernos agasajado el viernes con ese brindis tan excepcional lleno de alegría y tristezas. Tristeza de no querer irnos, tristeza de peder ese día a día de 4 horas en las mañanas llenos de tareas y experiencias enriquecedoras. Saben que SOMOS EL GRUPO FAN DE LA ESCUELA, y que seguimos pidiendo cursos o talleres para no desprendernos de ella.
Espero no decepcionarlos nunca. Espero que donde vayamos o lo que hagamos cada uno de nosotros siempre representemos el nombre de la escuela. Sabemos que tenemos un pasaporte muy valioso al presentar nuestra certificación del ICC, lo cual espero sea retribuido por nosotros en el camino que tenemos delante por arar e incursionar en el mundo de la cocina.
Gracias
Su alumna que los quiere Militza
Un gran abrazo,
Francie Escobar
sieresbella@yahoo.com
Algún día espero participar en tus cursos. Sigue así
Tu admiradora
Vivian