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Mostrando entradas de agosto, 2013

339 ÉTICA Y ESTÉTICA

Si a un usuario urbano le permitieran diseñar su motocicleta ideal, probablemente buscaría en ella características que solucionaran los principales escollos a los que se enfrenta. A saber: una en donde no se mojara los pies al pasar sobre un charco de agua, que tenga una guantera en donde guardar el impermeable y los repuestos básicos para no quedarse varado, que le permita sentarse tan cómodo como en una silla de casa y de ser posible un caucho de repuesto fácil de colocar. Ya que estamos quisquillosos, ¿porqué no un tanque de reserva de gasolina que le permita llegar a una gasolinera en caso de vaciarse el tanque principal? Sólo el que usa algo sabe lo que le hace falta a ese objeto. Por ejemplo, un ciclista de ciudad sueña con una bicicleta cuya rueda trasera no le salpique la espalda al pasar por agua empozada, que tenga espejo retrovisor, que tenga algún invento mágico que evite que se enrede el ruedo del pantalón con la cadena, una sonora corneta que le avise al señor de adelante

338 DOS DEUDAS MENOS

Caso I Hagamos juntos el ejercicio de diseñar un festín que dure varios días, para celebrar la gastronomía venezolana en caso de ser invitados a otro país. Tendría que tener un poco de todo, tal como se estila en los hoteles cuando hay un festival de otro país. En sopas tendríamos para variar entre una de apio, otra de caraotas o un sancochito. En Aves, un día pondríamos una polvorosa de pollo y otro día un pelao guayanés de gallina. En carnes el asado negro y la carne mechada serían apenas el principio. En pescado podríamos hacer un sudado con ají dulce y otro día un escabeche. En panes tenemos un recetario asociado a yuca, maíz y trigo. En postres, tantos como para montar una pastelería. Guarniciones con carbohidratos van desde arroz onotado hasta puré de plátano. En ensaladas la cosa se pone un poco más difícil si las queremos crudas, pero cocidas (de gallina, de remolacha, etc.) hay un montón. Finalmente, en aras de ponerlo todo, le llegaría el turno a las guarniciones con vegetale

347 CEREBRO: EL SEXTO SABOR

Eso que llamamos “sabor”, ese santo grial que afanosamente buscamos los cocineros, el elemento que creemos poseer luego de mucho entrenamiento, el acercamiento objetivo que insiste tener el  comensal de paladar entrenado. E se, el sabor, es probablemente el má s esquivo d e   los caballeros.  Ya han demostrado que el sabor de las cosas  no  dependerá  solo de lo que decidan la lengua y su compañera la nariz. Los otros tres sentidos están íntimamente  involucrados en el sabor real d e   las cosas  y bastantes estudios prueban que el sonido del entorno (por ejemplo que “suene” la  bolsita del cereal al abrirlo) o las 16 sensaciones táctiles (ver mi artículo “Crispy, C runchy, C racky ” en  http://bit.ly/NpHLPp ), afectarán el sabor concreto de un alimento. Inclusive un valor que hasta ahora se consideraba  menor  como es la vista  (no en vano se dice “la comida entra por los ojos”) , comienza a cobrar protagonismo como puede leerse en una noticia de la BBC ( http://bbc.in/19sRDnI ) que h