Miguel Delibes (1920-2010)
Esto me lo mandó mi amiga Katyna Henriquez Consalvi, dueña de la Librería El Buscón en Caracas.
«Y, de pronto, sucedió lo imprevisto, y como si entre el Azarías y la grajilla se hubiera establecido un fluido, el pájaro se encaramó en la flecha de la veleta y comenzó a graznar alborozadamente.
¡quiá, quiá, quiá!
y en la sombra del sauce se hizo un silencio expectante y, de improviso, el pájaro se lanzó hacia delante, picó, y ante la mirada atónita del grupo, describió tres amplios círculos sobre la corralada, ciñéndose a las tapias y, finalmente, se posó sobre el hombro derecho del Azarías y empezó a picotearle insistentemente el cogote blanco como si le despiojara y Azarías sonreía, sin moverse, volviendo ligeramente la cabeza hacia ella y musitando como una plegaria,
milana bonita, milana bonita».
De Los santos inocentes
Miguel Delibes
(1920-2010)
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