ANNUS MIRABILIS
Termina el año 2007. Seis jóvenes recién salidos de una de las muchas escuelas de cocina de Caracas preparan maletas porque en apenas una semana comenzarán sus pasantías en un restaurante muy famoso de España. Son parte de una generación desperdigada en restaurantes de todo el globo. En congresos y restaurantes el nombre de Venezuela no es desconocido. Estos seis chicos tal vez crean natural lo que les está pasando, pero para llegar a convertir la gastronomía venezolana en un hecho cotidiano se necesitaron tres décadas de trabajo sostenido. Ellos ensayan despedidas cuando faltan horas para que termine uno de los años más excepcionales que recuerden los de mi generación. Es quizás el año en que más discusión se generó acerca de las perspectivas de la evolución futura para nuestra gastronomía, gracias a una profusión de congresos no vista hasta entonces. El pitazo inicial lo dio la Universidad Metropolitana al organizar un congreso internacional de gastronomía que se convirtió en un gra...