¡¡Ay mi Madre!!

Esta profesión mía de cocinero mi ha llevado por derroteros a veces inesperados para mi, obviamente una de ellas fue la televisión y a su vez ésta me llevó a comenzar ayer mi curso de Locución en la Universidad Central de Venezuela. Confieso que subestimaba un poco el alcance de la carrera y hasta me parecía una tarea fastidiosa esto de dedicarle los próximos 10 sábados a estudiar todo el día, pero nuevamente la vida me lleva a darme cuenta que esas subestimaciones no son más que un reflejo de nuestras propias arrogancias.

Llegamos (digo llegamos porqué me acompaña Miguel Bravo ) a las 7:30 am media después comenzó una andanada de tres materias teóricas (Ética y Legislación, Producción del Discurso y Teoría de la Comunicación) dictadas por sendos profesores de los postgrados de Comunicación Social y de Derecho. Nos dieron sólo 45 minutos libres a la una de la tarde y luego 3 horas y media de Práctica de Locución en las cuáles leíamos y el profesor nos corregía desde pronunciaciones hasta matices e inflexiones de la voz.

Ya nos mandaron tareas (¡después de quince años en mi vida sin saber lo que era eso!), tendremos exámenes y si una sola de las materia termina con calificación inferior a 14/20 todo el curso está reprobado.

¡¡Mi Madre, estoy asustado!!. De paso el próximo Viernes tengo un evento para 250 personas que con seguridad terminará en la madrugada, así que me espera un Sábado de pesadilla.