#274 CIELO GLOBALIZADO
La dinámica energética no puede verse como un eufemismo usado como sinónimo de progreso, sin reducirla, primero, a su aspecto mas básico: Quien mas energía consume, mas recursos utiliza. Y aunque el argumento fácil podría ser, que mientras una nación tenga recursos para pagarlos ello no debería ser problema de nadie, no debemos olvidar que cuando se trata de consumo de energía estamos hablando de contaminación, por muy limpia o ecológica que sea la fuente. En un mundo interconectado en donde nadie es 100% independiente energeticamente, quien tiene para pagar consumo excesivo con seguridad le ha quitado a quien no le sobra.
Debo confesar que le tengo terror a los países limpios y ordenados. He cambiado de iPhone 3 veces desde que salió en 2007, y honestamente no se en cual basurero africano (ver http://bit.ly/av6K5l) se encuentran los que fui desechando. Un botón inservible acá, un upgrade de software que los puso lentos allá o simplemente presión social, nos convierten en contaminadores voraces. Lo que es peor, muy objetivamente, la diferencia práctica entre mis últimos 3 teléfonos es tan mínima, que malamente podría llamar progreso la adición de una brújula digital. En pocas palabras, para que un país tenga muchas oficinas bonitas, con muebles que provoca ver y computadoras que gritan progreso con cada teclear; necesariamente debe haber otro en el que se está acumulando un montón de muebles pasados de moda y computadoras inservibles "porque si nos quedamos atrás perdemos", dibujando la línea infinita de una espiral que culebrea engulléndose a la tierra. Ya son incontables las casas ordenadas que se han construido sobre los restos de países victimas del cinismo que implica castigarlos por no saber manejar la basura que les mandan. Coloque en el buscador Google “Somalia deshechos nucleares” y seguramente descubrirá la arista no dicha del origen de la pirateria en el país africano.
Tiendo a ver con cuidado la moral de los países verdes. Tomemos por ejemplo tres de los mas loados como son Islandia, Noruega y Canadá. Pues resulta, que según datos del Banco Mundial (http://datos.bancomundial.
En lugar de ver la progreso como como una necesidad, tendemos a verlo como inevitable. Un tren imparable al que no tiene sentido enfrentar. Pongamos, por ejemplo el concepto de mercado de las grandes ciudades. Actualmente, no existe una sola frutería en París (sea supermercado o mercado ambulante de barrio de fin de semana) que no le coloque a cada fruta o vegetal un letrero con su país de origen. No sé si se trata de una ley que así lo exige, pero es un hecho que emociona al verlo... Hasta que se analiza. Limones de Perú, cocos de Costa de Marfil, dátiles de USA, bananas de Ecuador, se suceden con letreros impecables pinchados en anime. ¿Es agradable esa posibilidad para quien compra?, obviamente. ¿Es lógica?, de ello no estoy tan seguro. No solo la famosa cocina de mercado estacional es una falacia que quedó para los recetarios románticos encallados en los tiempos en los que la gente hacía conservas y conocía lo que se producía, sino que con cada vegetal de estos vendidos en Francia ha quedado una estela de carbono (http://es.wikipedia.org/wiki/
La humanidad es dinámica, pero probablemente hay otros caminos para lograr el recorrido. Son mas largos, se necesita mas tiempo o resultan mas costosos y por lo tanto frenarían el paso de eso que llamamos progreso, de tal manera que optamos nuevamente por el camino rápido, eso sí, no sin dejar de lamentar la suerte del atropellado. En un mundo de limpias naciones con fronteras cerradas, no podemos olvidar que por encima de todos hay un cielo globalizado. El gran atropellado de nuestra loca carrera de progreso
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