¡Tapa, Pintxo, Botana, Abreboca, Amuse Bouche, Tentempié, Montadito, Canapé, Finger Food, Pasabola, Micrococina… PASAPALO! Cada país tiene su nombre y con él le rinde homenaje a una de las grandes fascinaciones modernas del hombre: comer en formato pequeño. Visto en retrospectiva resulta por demás curioso, en un mundo que ha tenido que conquistar el pan con el sudor de su frente y en donde el hambre campea inmune en un montón de sitios. La victoria de la cocina en miniatura es evidente. Veamos algunas de las causas en las que se apoya tal popularidad. El Pasapalo es un caballero que exhibe sus virtudes con decoro. Visto por primera vez siempre deja en el aire la sensación de ser sencillo, fácil de hacer. Pero, una vez que los cocineros se abocan a repetirlo, generalmente, se encuentran con la sorpresa humillante de enfrentarse a una receta que no entrega con facilidad sus secretos. Quizás la razón detrás de esto, se sostiene en el hecho de que para hacer cocina de pequeño formato hay q...