De vez en cuando la vida
De vez en cuando la vida
nos besa en la boca
y a colores se despliega como un atlas,
nos pasea por las calles en volandas
y nos sentimos en buenas manos.
Serrat
Ayer era domingo. Nuestra escuela de cocina estaba cerrada y yo andaba en mi bicicleta camino a la playa. Era un domingo cualquiera en esta Isla de Margarita.
No. No era un domingo como cualquiera. Un grupo de alumnos de Nivel 1 (los más jóvenes de la escuela) hablaron con Alberto (mi mano derecha, amo y señor de las llaves) y tomaron por asalto la escuela. Yo no lo sabía.
... E hicieron un jardín. Su jardín. Y cocinaron pasta. Y siguieron haciendo un jardín de troncos que desde hoy se poblará de sus voces y las de sus compañeros.
En un año habrán salido de acá y ese jardín estará para siempre. Son muchachos que desean dejar. Legar. Y como dice Serrat, hacen que yo me sienta en buenas manos.
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