LOS CÍRCULOS DE FOGONES


La foto lo dice todo. Una madre y su hija en una hamaca hablan con una muchacha con traje de cocinera. Una habla, la otra toma notas. Allí se resume todo en lo que creo de la vida. Cuando Inés Ruíz, directora de la fundación Fogones y Bandera me la envío, se me aguaron los ojos. Con esa foto se cerraba un círculo y comenzaba otro.

Para explicar porqué estas tres mujeres indígenas del Amazonas hablan entre sí debo contar primero como llegaron allí.

Cuando mi esposa y yo creamos a Fogones y Bandera lo hicimos con mucha ingenuidad. Nuestra intención era ordenar dos aspectos en los que veníamos trabajando: formación para emprendedores gastronómicos y becas.

Una emprendedora cultural que había querido darle un giro a su vida y estaba graduándose en nuestra escuela se nos unió, y a la larga terminó dirigiendo la fundación. Se llama Inés Ruíz.

Cometimos muchos errores porque formar y ayudar pasa por metodologías que con creces superan las buenas intenciones. Lograr sostenibilidad, sustentabilidad, credibilidad y retorno de la inversión social que se hace en otros, es un entramado orgánico que debe darse.

Cometimos errores, pero a la larga supimos hacerlo bien. Nacieron grandes proyectos como los diplomados de emprendimiento junto a la Universidad Católica, el programa de acompañamiento a familias financiado por la CAF, alianzas culturales como por ejemplo con Margarita Gastronómica, o el sistema de becas en donde, aliados a escuelas de todo el país, buscábamos personas que apadrinaran la educación de otros; y que en su momento llegó a tener casi un centenar de becados en simultáneo.

Mi vida cambió mucho a raíz de una invitación que me hizo en 2017 Alejandro Marius, presidente de la fundación Trabajo y Persona, al Meeting de Rimini en Italia. El contacto con la obra social de la iglesia católica y el pensamiento del padre italiano Luigi Giussani fue fundamental para lo que habría de suceder después, porque entendí que no es sólo ayudar a otros, sino lograr que ellos ayuden después a otros. Crear un sistema.

Y eso hicimos.

Ya casi llego a la explicación de la foto.

Una vez abracé a un “civil” que a la larga se haría cocinero en mi escuela y terminaría de chef de mi restaurante. Él se llama Álvaro Guzmán, uno de mis aliados y hermanos de vida. Pasaron los años y Álvaro y su esposa Valentina decidieron becar a alguien en cocina a través de nuestro sistema. Becaron a Jerem Hernández. Ella es descendiente de la etnia Baré y fue becada en el Instituto Culinario y de Investigación Amazónica que queda en la capital del Amazonas venezolano, una de las escuelas con las que habíamos llegado a acuerdos

Quien opta a nuestro sistema sabe desde el inicio que lo está haciendo para pertenecer a un espacio que construye el bien común. No es sólo ganarse gratis un dinero, es querer pertenecer a este proyecto, aunque sin obligaciones. Una vez graduado decides voluntariamente si quieres trabajar en nuestros proyectos, nada te obliga.

Los proyectos que nos planteábamos con los becados eran de transferencia de conocimiento, levantamiento de patrimonio, fortalecimiento del sistema, etc.

Luego llegó el hambre.

Las prioridades pasaron a ser otras. Las necesidades también.

Entre varios proyectos, nos aliamos con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Venezuela, invitamos a la escuela aliada Instituto Culinario de Investigación Amazonas (ICIA), y junto a 10 estudiantes más (no becados) iniciamos primero un estudio para buscar el mejoramiento nutricional de comunidades del estado Amazonas a través del uso e innovación de la despensa gastronómica local.

97,5% de las personas visitadas (83% mujeres) afirmó tener disposición de aprender a
preparar nuevos productos con ingredientes de la despensa. Así de efectivas resultaron esas visitas.

Hicimos un diagnóstico mediante 120 entrevistas. No me detendré con los resultados en donde 64% de quienes hablaron con nosotros comen 1 o precariamente dos veces al día. Me detendré en lo que se está haciendo.

Ya sabemos con qué ingredientes cuentan las comunidades, y en qué cantidades. Estamos haciendo los entrenamientos y el material para lograr una nutrición más eficiente con lo que se cuenta. Además, a partir de los datos obtenidos se desarrollarán productos que respondan a las carencias nutricionales de la población. En un laboratorio se espera preparar 10 productos con ingredientes locales, y de forma simultánea serán formados cuatro comités comunitarios nutricionales.

Que alguien que trabajaba para una fundación beque a alguien desconocido a cientos de kilómetros en una escuela que se sensibiliza con el sistema; y que esa becada, una vez graduada, junto a sus compañeros de escuela salga a mejorar su comunidad y lograr que en esa comunidad nazcan comités que repliquen la experiencia, cierra un círculo virtuoso y abre otros. No exagero

La fundación también está haciendo un trabajito de hormiga junto al Proyecto Alimenta 360 de la fundación Trabajo y Persona en los comedores de la Iglesia en el área de formación de quienes cocinan. Estamos en Carúpano (Sucre), en Tocuyo (Lara) y estamos viendo como implementarlo en Nueva Esparta.

Yo casi nunca hablo de esto y creo que es la primera vez que escribo. El silencio tiene dos razones: por un lado, quienes cuentan mucho lo que están haciendo en Venezuela, a la larga terminan por amenazar sus propios proyectos. Cuando un país pasa hambre, sus gobernantes no se alegran cuando se hace público. Por otro lado, me vine a Chile hace dos años y ese saco descomunal de trabajo se lo echó encima Inés Ruíz (directora de la fundación) y no quiero ganar indulgencias con escapulario ajeno.

Pero algo les digo: esa foto cerró un círculo maravilloso. No sé cuáles otros se abrirán. Siempre predije bastante bien lo que venía y planifiqué todo al milímetro. Pero estos son tiempos como de guerra… y en esa guerra: millones creen en el bien común.

NOTA: Si desean saber más sobre nuestra fundación, su Instagram es @fogonesybandera y la página web es www.fogonesybandera.org.ve

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Dios te bendiga por toda esa humildad que te brota hasta por los poros y esa gran labor!
Diana Breto ha dicho que…
Wuao me encanto. Tampoco sabía de la fundación creo q esto se debe hacer siempre publico las cosas q suman son las q ayudan más y a más personas llegan. Felicidades a todos no solo a ti y a tu esposa sino a Inez y a todos por hacer de Venezuela una tierra de bendiciones. Me quito el sombrero. Un fuerte abrazo.
Heide ha dicho que…
Qué bonita labor... Dios siga proveyendo para construir un mejor pais
saul.rojas@gmail.com ha dicho que…
Mi admiración y respeto, siempre comento tu amor por nuestra patria a los amigos que conversamos sobre los programas de cocina en Tv, admirador tuyo desde tu escuela de cocina en Caracas en Chuao, que en las tardes o los viernes en la tarde ofrecías un menú que elaborabas con estudiantes de la escuela, recuerdo un día donde el tema fue platos de larga cocción, ese día degusté unas costillas creo con 12 horas de cocción memorables, Saludos y que continúes con esos proyectos sociales. Un abrazo desde el Estado Bolívar - Venezuela
Unknown ha dicho que…
Me encanta saber de proyectos como estos, muestran que somos muchos los que apostamos a una mejor Venezuela, cultivando el aprendizaje y transmitir lo aprendido.. y que Sumito -a quien admiro y respeto - haya iniciado este proyecto me alegra mucho, éxitos para todo los involucrados, gracias por compartir y seguir mostrando tu gran amor por nuestro país. Un gran abrazo.
Unknown ha dicho que…
Saludos Chef!!! Te admiro desde hace muchos años y ahora que estoy culminando mis estudios de Cocina Internacional en la ciudad de Valencia en Venezuela mi admiración se incremento exponencialmente por Usted.
Hace varios días atrás, leí una de tus ultimas entrevistas, en la cual hablaste de muchos temas, y en particular comentaste de la situación de la "alta cocina" en nuestro país...
Con mucho respeto Chef, me dio mucha tristeza tus comentarios, ya que los mismos fueron muy duros y a mi parecer los mismos carecían de objetividad y justicia. Comentaste que era ilógico pensar en "alta cocina" cuando en nuestro país hay hambre y admito que no estamos viviendo problemas relacionados con la alimentación y otros temas que no voy a tocar, pero usted bien sabe que la alta cocina o al menos a quien esta dirigida no es precisamente al que esta pasando hambre. En una economía sana y pujante siempre ha sido costoso disfrutar de la "alta cocina".
Cuando menciono que sus comentarios carecen de justicia, me refiero específicamente, a que en los actuales momentos en nuestro país, a pesar de las dificultades, hay propuestas gastronómicas muy interesantes y que no le envidian en nada a los mejores fogones del mundo. Todavía en nuestro país, hay una cantidad importante de cocineros que siguen luchando y llevando una experiencia culinaria de "altura" a sus comensales.
Siempre he respetado a quienes por decisión propia han decidido migrar a otros destinos, pero también defiendo a ultranza a quienes hemos decidido quedarnos a luchar por nuestro PAÍS ha si sea desde una humilde cocina. Así que mi estimado Chef, creo que nos debe una disculpa a los venezolanos que decidimos quedarnos y "comernos las verdes" y echarle "bolas" en nuestro país.
Sepa usted que igualmente lo admiro, solo es una opinión muy personal, acerca de los comentarios emitidos por Ud en una entrevista.
Saludos y espero conocerlo y cocinar algún plato a su lado...

Juan Carlos Rincón
+58412-3522748

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