#289 ARQUITECTURA Y GASTRONOMÍA
I No se si se trata de un recurso poético inventado por mi padre para explicarme que el hombre define al espacio, y no al revés. De no ser verdad, prefiero no saberlo. Es una historia que me gusta y prefiero mantener el hechizo. Contaba mi padre que en Japón, antes de hacer un jardín, dejaban que la gente caminara libre por el terreno baldío. Así, poco a poco, se iban dibujando los caminos por los que les resultaba natural caminar a las personas, y sobre esa líneas, trazadas por el pisar cotidiano, posteriormente estarían asentados los pasos peatonales del jardín japonés. La comunión del paisajismo con la forma de ser de una sociedad, llevada al máximo. Un restaurante no es diferente a nuestro pequeño jardín japonés. Tanto empleados como clientes, se mueven dentro de él casi por instinto. Podemos distribuir los espacios, o colocar mobiliario de manera que nos parezca estético, pero si nos empecinamos en voltear el cauce natural del río de gente que transita tanto cocina como sal...