381 YO, EL SUBVERSIVO
Convencer a una persona hermosa de que no sirve para nada, toma golpes pero es posible. Esposas minimizadas a fuerza de decirles “yo me encargo, tú de eso no sabes”, niños humillados por la risa de un padre que en público dice “estas cosas que tiene este muchacho”, empleados que perdieron la llama de la pasión a fuerza de jefes que nunca voltearon a escucharlos. Golpe a golpe, poco a poco, perforando con sadismo los sueños, hasta lograr que una mujer se convenza que es fea y bruta, que un niño se convenza que la espontaneidad que la providencia le regaló es un peso, que un empleado sienta que su espacio en la vida es ser empleado para siempre. Golpe a golpe hasta que terminemos por creer que genéticamente somos un defecto. Convencer a una persona de su potencial, toma versos pero es posible. Esposas a las que les has hecho entender que son tus socias y que jamás tomarías una decisión si no es concertada y discutida, niños que bailan pésimo pero igual los acompañas a las clases de ...