315 MI PAÍS EN UN AFICHE
Hagamos juntos un ejercicio: Escribiré un bloque de palabras y usted pensará en una región de Venezuela. Comencemos. Las primeras tres son: Ají dulce, empanada de cazón y tomate… ¿Pensó en la Isla de Margarita? ¡Bien! Entonces estamos listos para seguir. Ahora las palabras son: Pisca, pastelito, dulces abrillantados, papa y cebollín… ¡Bravo!, en efecto se trata de Mérida. Déjeme subir un poco la dificultad. Piense bien, no hay apuro. Las dos palabras que vienen son morcilla y chorizo… ¡Genial, en efecto es Carúpano! Estamos de acuerdo. Por más que sean dos palabras genéricas, a mi me nombran morcilla y automáticamente pienso en la carupanera. Los que he nombrado con este trio de ejercicios son claros descriptores de regiones, y permiten acotar un factor con enormes implicaciones comerciales: Todo visitante, todo turista, viene con expectativas gastronómicas preconcebidas que desea satisfacer para sentir que su viaje ha sido completo; y en caso de tratarse de un destino exótico y desc...