GENTE

Hay gente que se parece a mi y gente que no. Hay gente que imito por admiración y gente que admiro porque ama y con su ejemplo construye un mundo mejor. Gente. Para todos ellos, la gente, espero lo mismo que para mi: que me dejen amar, que me dejen ser amado, casa, trabajo, vacaciones, salud, salir a caminar sin miedo, equidad ante la ley, estudiar sin que me hagan bulliying ni cuando salgo a un parque con Sylvia. No pido nada del otro mundo para mí, ni para los demás. Hablo de gente como usted que lee o como yo que escribo. Gente normal, cotidiana. Nadie especial. Nosotros, los normales. No hablo de negros, ni blancos. No hablo de gordos, ni flacos, ni con mi pasaporte, ni con otro pasaporte. No hablo de lumbreras científicas ni de personas cognitivamente distintas. No hablo de quien hace el amor con alguien de su mismo sexo ni de mi que lo hago con Sylvia (por cierto: como nos gusta hacer el amor a Sylvia o a mi no creo que le interese a nadie, salvo a nosotros que n...