370 DE QUE HABLO CUANDO HABLO DE RODAR

El título de este artículo es un robo descarado en homenaje al libro “De que hablo cuando hablo de correr” del escritor japonés Haruki Murakami. Mi vida cambió hace algunos años cuando decidí constreñir mi movilidad, tanto como pudiera, al uso exclusivo de bicicleta y, aunque siempre he escrito de gastronomía en esta columna, hoy quiero explicarles de que hablo cuando hablo de rodar. La decisión inicial de rodar estuvo signada por disciplina ecológica, porque la rodilla me dolía al trotar y producto de una nueva vida en una isla que me lo permitía. Con el tiempo mis dos bicicletas se volvieron tan parte de mi que mis afectos cercanos me preguntan por esposa, hijos y bicicletas. En promedio ruedo unos 200 kilómetros por semana (sólo el ida-vuelta de la casa al trabajo son 28 Km) y los fines de semana me gusta hacerlo sin rumbo por algunas horas. Rodar implica una concentración extrema (especialmente si salgo con la de caucho fino, la de ruta) porque perder la vista del ...