#257 PASOS PARA UNA D.O DEL TEQUEÑO
Las expresiones culturales se van perdiendo por múltiples razones. A veces porque el baile de un "pájaro guarandol" quedó apresado en los pixeles sepias de las polaroid de nuestros actos escolares de infancia. Otras porque un burócrata rasga a la historia con el cambio de un nombre. Quizás solo bastó que alguna vez dejáramos de cantar porque una nueva tecnología escondió a un cantor que vivía en "Canchunchún floridos", para depositarlo en repisas antiguas. Son muchas, muchas las razones que a mordiscos nos van despojando de los "caballos bien bonitos que comían flores" de nuestra infancia. Pero a veces, también sentimos que nuestras expresiones culturales, nuestros aromas, bailes, cantos, colores, poetas; son un influjo vital que, desde el terreno de los imprescindibles, constituye nuestro propio ADN indivisible. Son momentos mágicos en los que como madres en manada, conscientes de la necesidad de una identidad, defendemos a esas crías intangibles con uñas...