321 NO A LA MALLA SUPRALINGUAL
Junto al sedentarismo, la obesidad es el problema más serio de salud pública al que nos enfrentamos. De acuerdo a estadísticas para países con ingresos medios, de las primeras diez causas de muerte en el mundo (http://bit.ly/11fQiwy), seis de ellas prácticamente no existirían si la gente se alimentara correctamente. De allí que no es exageración decir que enseñar a la población a comer correctamente, y alertarla ante costumbres potencialmente mortales (ver mi artículo de la semana pasada sobre comida chatarra: http://bit.ly/142fpDw), es cuestión de vida o muerte. Muchos están trabajando duro para enseñar a la población a comer de acuerdo a patrones culturales y fisiológicos correctos, de allí la alarma ante la aparición en el mercado de la malla supralingual (también vendida como malla adelgazante), que no es más que un adefesio de tortura medieval que está tomando mucha popularidad entre las personas que desean perder kilos de manera inmediata. Nuevamente el culto occidental al cuerpo pasa a ser un enemigo importante a la hora de buscar armonía a la largo plazo.
La malla en cuestión es un rectángulo plástico que se cose a la lengua (si, se cose. Tal como lo leyó) y hace que virtualmente sea imposible tragar alimentos sólidos, obligando a la víctima (eufemísticamente llamada paciente, por los que pregonan sus bondades) a vivir exclusivamente de dieta líquida mientras pierde el peso que le molesta. Entre esta medida y coserles la boca dejando un huequito para que se alimenten con un pitillo, no existe diferencia conceptual. Los argumentos para justificarla van desde aseveraciones sin base científica como decir que la malla aprieta puntos de acupuntura en la lengua que te enseñan a comer menos, hasta decir que es menos invasiva que el balón gástrico. La sutil diferencia es que un balón gástrico (o un bypass) lo coloca un especialista en casos extremos, y luego de practicar muchos exámenes médicos previos y postoperatorios. Esta malla la está colocando prácticamente cualquiera que sepa coser una herida.
Quienes saben que la efectividad de algo así es nula a largo plazo, la venden escudándose en el concepto del libre albedrío de los adultos a la hora de escogerlo como método. Pues libre albedrío tiene también el que fuma o vive de comida chatarra… lo malo es que cuando están enfermos, desean que el Estado los cure gratis.
Entrenar mediante el dolor es medieval. ¿Qué opinaría Ud. si inventan un aparato que le da corriente a un niño de cuatro años cada vez que se hace pipí en la cama de noche, para que aprenda el hábito correcto? Pues esto es lo mismo. Posee además tres implicaciones psicológicas en extremo graves como son plantear la imposibilidad del autocontrol, premiar la ausencia de voluntad y continuar con la espiral viciosa del luto hacia el cuerpo que nos corresponde tener en caso de estar sanos.
No existe un solo especialista que no acepte que el problema de la obesidad se debe tratar mediante cambio de hábitos. Dudo que haya un solo médico serio que afirme que luego de un mes de uso (es el promedio en este momento) de algo como esta malla, una persona cambie sus hábitos alimenticios.
Si lo estuvieran colocando exclusivamente obesólogos o gastroenterólogos obligados a realizar exámenes médicos y psicológicos previos para determinar las características particulares del paciente, y solo como medida extrema en casos de obesidad grave, miraría a la malla con ojeriza por su carácter flagelante que convierte algo hermoso como comer en un pesar, pero no buscaría esta pelea. Lo inaudito es que la están publicitando en muchas revistas, la ofrecen promotores en aeropuertos y la están colocando odontólogos, que obviamente no tienen nada que ver con el mundo de las dietas. De hecho, quienes menos las están colocando son los especialistas a los que les corresponde el tema de la obesidad. Puedo entender este tipo de medidas extremas cuando una adicción pone la vida de alguien en riesgo, pero la gran mayoría de quienes se están cosiendo con hilos esta malla plástica a la lengua quieren rebajar de 5 a 20 kg por razones exclusivamente estéticas e inmediatas. Tengo en mis manos una revista con un antes y después, en donde la diferencia de la pancita de las modelos no muestra sino unos cauchos (en la gorda) que con caminar un poco se quitan.
Esto va a terminar siendo un problema de salud tan grave como el que se suscitó con la inyección indiscriminada y no supervisada de biopolímeros, y honestamente me tiene muy sorprendido que algo así no ha sido denunciado abiertamente por la Federación Médica de Venezuela. Igualmente no logro entender que su venta indiscriminada esté siendo permitida por las autoridades del país. Una malla que no permite tragar comida, no permite cepillarse la lengua y no permite besar a la pareja.
La malla en cuestión es un rectángulo plástico que se cose a la lengua (si, se cose. Tal como lo leyó) y hace que virtualmente sea imposible tragar alimentos sólidos, obligando a la víctima (eufemísticamente llamada paciente, por los que pregonan sus bondades) a vivir exclusivamente de dieta líquida mientras pierde el peso que le molesta. Entre esta medida y coserles la boca dejando un huequito para que se alimenten con un pitillo, no existe diferencia conceptual. Los argumentos para justificarla van desde aseveraciones sin base científica como decir que la malla aprieta puntos de acupuntura en la lengua que te enseñan a comer menos, hasta decir que es menos invasiva que el balón gástrico. La sutil diferencia es que un balón gástrico (o un bypass) lo coloca un especialista en casos extremos, y luego de practicar muchos exámenes médicos previos y postoperatorios. Esta malla la está colocando prácticamente cualquiera que sepa coser una herida.
Quienes saben que la efectividad de algo así es nula a largo plazo, la venden escudándose en el concepto del libre albedrío de los adultos a la hora de escogerlo como método. Pues libre albedrío tiene también el que fuma o vive de comida chatarra… lo malo es que cuando están enfermos, desean que el Estado los cure gratis.
Entrenar mediante el dolor es medieval. ¿Qué opinaría Ud. si inventan un aparato que le da corriente a un niño de cuatro años cada vez que se hace pipí en la cama de noche, para que aprenda el hábito correcto? Pues esto es lo mismo. Posee además tres implicaciones psicológicas en extremo graves como son plantear la imposibilidad del autocontrol, premiar la ausencia de voluntad y continuar con la espiral viciosa del luto hacia el cuerpo que nos corresponde tener en caso de estar sanos.
No existe un solo especialista que no acepte que el problema de la obesidad se debe tratar mediante cambio de hábitos. Dudo que haya un solo médico serio que afirme que luego de un mes de uso (es el promedio en este momento) de algo como esta malla, una persona cambie sus hábitos alimenticios.
Si lo estuvieran colocando exclusivamente obesólogos o gastroenterólogos obligados a realizar exámenes médicos y psicológicos previos para determinar las características particulares del paciente, y solo como medida extrema en casos de obesidad grave, miraría a la malla con ojeriza por su carácter flagelante que convierte algo hermoso como comer en un pesar, pero no buscaría esta pelea. Lo inaudito es que la están publicitando en muchas revistas, la ofrecen promotores en aeropuertos y la están colocando odontólogos, que obviamente no tienen nada que ver con el mundo de las dietas. De hecho, quienes menos las están colocando son los especialistas a los que les corresponde el tema de la obesidad. Puedo entender este tipo de medidas extremas cuando una adicción pone la vida de alguien en riesgo, pero la gran mayoría de quienes se están cosiendo con hilos esta malla plástica a la lengua quieren rebajar de 5 a 20 kg por razones exclusivamente estéticas e inmediatas. Tengo en mis manos una revista con un antes y después, en donde la diferencia de la pancita de las modelos no muestra sino unos cauchos (en la gorda) que con caminar un poco se quitan.
Esto va a terminar siendo un problema de salud tan grave como el que se suscitó con la inyección indiscriminada y no supervisada de biopolímeros, y honestamente me tiene muy sorprendido que algo así no ha sido denunciado abiertamente por la Federación Médica de Venezuela. Igualmente no logro entender que su venta indiscriminada esté siendo permitida por las autoridades del país. Una malla que no permite tragar comida, no permite cepillarse la lengua y no permite besar a la pareja.
Comentarios
NUTRICIÓN ES SALUD y perder calidad de vida dejándose caer en cualquier tendencia o guiándose por modas está en manos de cada quien. Así que te apoyo en la lucha de crear conciencia!!!
Nos seguiremos leyendo!
Dra. Rossana de Jongh Delgado - Médico Nutrólogo
He rebajado y luego que quiero volver a una vida semi-normal, es decir sin dieta rigurosa, vuelvo a engordar y mas aun de lo que bajé.
Te doy la razón: Hay que enseñar a comer a la gente, y hay que empezar por los padres para que fomenten esto en sus vástagos.
Me parece que ninguno de los que opina, en especial la cosmetóloga o esteticista (que no es médico)y que lo hace de forma anónima, han sufrido de obesidad y no entienden como funciona tal condición.
Los obesos nos auto-saboteamos y tenemos un alto sentido de la contrariedad. Basta con que nos digan que no se puede tal cosa, como para que nos provoque mas.
A mi, mis amigos y entrevistados cocineros y chefs, como Sumito, me han enseñado a comer mas sano y mas sabroso. Es cierto que aun soy gorda pero mis valores en sangre están bien. Sigo en mi lucha de bajar de peso, creo que será para siempre.
Por los momentos, mi hija ha aprendido a comer mejor, con mas conciencia y también ha decidido ser vegetariana.
Así que ahora ando aprendiendo a cocinar vegetariano, y a poner un poco mas de ejercicio en mi vida.
Estoy de acuerdo con Sumito, esa malla sublingual cosida a la lengua me parece una medida muy drástica, y de poca duración, y verdaderamente draconiana para 10 kilos de sobrepeso.
También te apoyo Sumito, eso no es solución al sobrepeso y menos aplicada por cosmetólogas o esteticistas.
Saludos.
La combinación de una nutrición balanceada junto con ejercicios físicos de rutina sería lo ideal para mantenerse saludable y junto con esto mejorar la figura, estos son los objetivos que manifiestan los pacientes. Pero como pedirle a una persona con sobrepeso u obesidad, con problemas articulares, lumbares, con limitaciones en sus movimientos, que haga ejercicios. A nuestra consulta, la cual está dirigida por un equipo multidisciplinario, se acercan pacientes desesperados, que han recurrido a todo tipo de procedimientos para bajar de peso sin obtener resultados, y que no desean exponerse a algún procedimiento bariátrico invasivo, optan por la alternativa de la Malla Adelgazante Supralingual. Hemos atendido un número importante de pacientes con un interesante porcentaje de satisfacción, no simplemente al terminar el tratamiento sino que evaluando su efectividad en el tiempo. Lo que hemos observado es que los pacientes al bajar de peso se motivan, se ejercitan y se disciplinan nutricionalmente, además logramos que el estómago se reduzca hasta en un 40% lo que equivale a obtener un bay pass gástrico de manera natural. Estos son resultados que hemos observado en nuestros pacientes, son nuestras propias estadísticas. Seguidamente vamos a enumerar las bondades de este efectivo tratamiento: Tratamiento ambulatorio, anestesia local, procedimiento reversible, no invasivo, mínimo riesgo de infección, mínimo riesgo de vida, control total del peso a disminuir, perfecta absorción de nutrientes, Bajo costo, no genera incapacidad y mínimo impacto psicológico. Asimismo, hemos observado mejoría en pacientes, diabéticos, hipertensos y con problemas articulares.
Esto es tan solo una alternativa y los resultados nos llenan de orgullo, con tan solo observar a los pacientes sonrientes por el objetivo logrado y luego saludarlos, tiempo después, y ver que se han mantenido saludablemente.
Finalmente, los invito a contactarme y gustosamente le ofrecería más información y detalles del tratamiento. Abaylone_877@hotmail.com
Saludos.
RESPETO SUS OPINIONES PERO
NO ESTOY DEACUERDO CON ELLAS,
SOMOS DE VENEZUELA.
MI ESPOSO Y YO NOS COLOCAMOS
LA MALLA PERDIMO 20 KILOS, PARTICULARMENTE NO
SUFRI ME COLOCARON
ANESTESIA LOCAL,NOS
PUDIMOS CEPILLAR NO TRAJO
NINGUNA CONSECUENCIA AL
CONTRARIO CAMBIAMOS NUESTRO
ESTILO DE VIDA LUEGO DE PERDER
ESOS KILOS DE MAS CAMINAMOS
COMEMOS MAS SANO Y NOS
MANTENEMOS ESTAMOS MUY FELICES
CON LOS RESULTADOS, SIMPLEMENTE
QUE AL QUE NO LE GUSTE LA MALLA
SE LA QUITA Y PUNTO A DIFERENCIA
DE LAS OPERACIONES QUE NO HAY RETORNO A MI AMIGA LE FUE MUY
MAL CASI PIERDE LA VIDA Y NO
ES LA MISMA VIVE DEMACRADA,
ENVEJECIDA Y SE LE CAEN
LAS UÑAS Y EL PELO NO ESTOY DEACUERDO CON NADA DE ESO
POR QUE LO HE VIVIDO CON
AMISTADES.
BUENO SOLO PUEDO COMENTARLES
NUESTRA EXPERINCIA.
FELIZ ME ENCANTA LA MALLA