Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2014

359 EL PEREJIL DE PARACELSO

No se con certeza que edad tenía, pero eran menos de 18, cuando el cineasta Alberto Arvelo, tan niño como yo,    me regaló el cuento La Rosa de Paracelso escrito por Jorge Luís Borges. Hace poco más de treinta años no había ni internet ni libros electrónicos, así que Alberto había fotocopiado esos magistrales 7000 caracteres del maestro Borges en una hojas pequeñas equivalentes a un cuarto de pliego tamaño carta, les había puesto unas tapas hechas con carpeta manila marrón cortada a tijera, las había engrapado, y con ese librito artesanal llegó. No se si era mi cumpleaños. No se si era una de las jornadas para cocinar juntos que nos inventábamos. El caso es que con Paracelso llegó, y ese cuento (que usted puede leer en  http://www.loscuentos.net/forum/5/12238 ), vino a caer en mis manos en ese período en el que, irónicamente, sobra el tiempo pero todo se quiere hacer rápido. Leía allí “cada paso que darás es la meta” y leía que a los maestros escogidos no hay que exigirles pruebas de c

De vez en cuando la vida

Imagen
De vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calles en volandas y nos sentimos en buenas manos. Serrat Ayer era domingo. Nuestra escuela de cocina estaba cerrada y yo andaba en mi bicicleta camino a la playa. Era un domingo cualquiera en esta Isla de Margarita. No. No era un domingo como cualquiera. Un grupo de alumnos de Nivel 1 (los más jóvenes de la escuela) hablaron con Alberto (mi mano derecha, amo y señor de las llaves) y tomaron por asalto la escuela. Yo no lo sabía. ... E hicieron un jardín. Su jardín. Y cocinaron pasta. Y siguieron haciendo un jardín de troncos que desde hoy se poblará de sus voces y las de sus compañeros. En un año habrán salido de acá y ese jardín estará para siempre. Son muchachos que desean dejar. Legar. Y como dice Serrat, hacen que yo me sienta en buenas manos.

358 DISCIPLINA NO ES VEJACIÓN

Para un restaurante el comensal que viene es importante, pero es aquel que regresa el que termina por ser imprescindible. Quien regresa a un restaurante -o a un sitio visitado- lo hace siempre desde el velo de la nostalgia. Sabiendo lo que busca. Buscando recuerdos. Y por ello es que las ciudades más visitadas de la tierra cambian con pausa, dejando esquinas intactas para recorrerlas una década después. Por eso es que un restaurante capaz de hacer idénticos cada día los platos de su menú, uno en que la salsa de la pasta sigue siendo  aquella salsa , termina siendo exitoso. Pero cocinar una salsa de tomate idéntica cada día es una verdadera proeza. Quizás pueda controlarse el aceite, y quizás el ajo y la cebolla varían poco de sabor. Quizás hasta logre estandarizarse la pugnacidad del orégano, secándolo. Pero controlar las sutilezas del sofrito, esos 30 segundos de más -o menos- que lo pueden cambiar todo, o controlar la acidez de unos tomates que cada día cambian de sabor a medida que

Menú del día de los enamorados de mi restaurante en Margarita (Mondeque)

Imagen
Nuestro equipo de sala y de cocina en Mondeque ¡Enamorados, los espero el viernes en mi restaurante Mondeque de Margarita! Nuestro espacio tradicionalmente posee un menú de platos para compartir en centro de mesa, pero para ese día tendré una degustación en 4 tiempos para cada quien, como única opción. Son platos que hemos diseñado con mucho cariño y que solo se servirán ese día. Nuestro restaurante es pequeño por lo que es imprescindible reservar ese día, bien sea para el servicio de las 7:30pm o el de las 9:30 pm. Cuajao de huevas de lenguado con crema de ají dulce margariteño. Calamares rellenos sobre puré de auyama asada. Asopado para dos de Scorfano (Cabracho ) y mariscos. Negro en camisa (mousse de chocolate) sobre crema de rosa. RESERVACIÓN:  0295-9880859 PRECIO DEL MENÚ:  750 BsF por persona (incluye una copa de espumante) ¡Los espero! Sumito

357 9:43: CAL Y ARENA DEL DESABASTECIMIENTO

Martes 21, 9 y 43 de la noche. Mi esposa y yo salimos de casa y 3 cuadras más adelante pasamos, como cada día, frente al Mercal de Pampatar. Hay gente. Unas 50 personas haciendo guardia en la puerta. Ya de madrugada, pasamos de nuevo a eso de las 12:30 y el grupo debe llegar al centenar. Cuando a las 6:30 de la mañana iba rumbo a mi escuela de cocina, el alba margariteña arropaba una cantidad verdaderamente impresionante de gente. La escena la vi repetirse tres veces la semana siguiente, y cada día la fila de durmientes callejeros comenzaba más temprano. Nunca supe que esperaban, que vendían, cuantos serían los beneficiarios de esa lotería indigna. En un país rentista monoproductor, en donde el estado es el dueño de casi todo el dinero de la nación, creo que es lógico que existan formas de distribución de esa renta mediante subsidios, tanto para quienes poseen cierta holgura económica como para quienes pasan trabajo para llegar a fin de mes. Mercados de Alimentos, C.A (más conocid