A Dumel. Mi más grande amor. NOTA: Este escrito fue ampliamente discutido entre Dumel, su Mamá y su Papá. Los tres acordamos que se publicara. Más allá de la intención confesional y de búsqueda de sensibilización ante un escenario complejo, publicarlo es una decisión muy meditada. I Cuando leí el comentario de Juan en su propio Facebook me asusté. Sentí un escalofrío que me impulsó a cerrar el programa. Al rato volví abrirlo, releí y lo desactivé como mi amigo de Facebook. No tanto por rabia hacia él, sino más bien con desazón. Juan es una persona bastante inteligente, alguien que aprecio. Aun así, ese día escribió “a esas mierdas habría que matarlas”. Una de esas “mierdas” es mi hija. Mi Dumel. Dumel fue bautizado Pablo hace 24 años. Ahora nos pide que no le digamos más Pablo. Nos pide que le digamos ella. Ha sido dificilísimo para su madre y para mí. Pero este escrito no es sobre mí. Yo, su orgulloso padre, yo el que la ama con absoluta parcialidad, yo que la a
Comentarios
CONOZCO DE TI POR OTROS AMIGO QUE HAN TENIDO LA DICHA DE SABOREAR TU ARTE CULINARIO, TE FELICITO, SI ALGUN DIA VIENES A LOS MIAMI,MANDAME UN MAIL PARA CONOCERTE Y DELAITARME CO UNOS DE TUS PLATOS
La libertad de no hacer nada.
El derecho a aburrrirse.
Hacer lo que el cuerpo pide a veces: no hacer nada.
Un saludo de
Beatriz
Que la sigan pasando bien.
Hoy pasé el dìa manguareando en un marcado de Florencia... efectivamente, son un museo gastronòmico que reflejan la manera de vivir de los habitantes...
La verdad es que yo sì pensè muuuuucho en comida...
Un abrazo
Entro todos los díoas a tu Blog para saber que estás haciendo ... ¡es imperdonablle este abandono!
El mangüereador que feliz mangüereare, buen magüereador será...
Que bárbaro que no te hayas llevado la cámara! Aunque reconozco que a veces uno la carga y no toma ni una fotico en un viaje.
Saludos desde Santo Domingo, la isla del Mofongo y el arroz con habichuelas.