CHILE: TORMENTA PERFECTA


Para el año 2016 habían poco más de 60.000 venezolanos viviendo en Chile. Se trataba de una migración paulatina que durante seis años había hecho crecer a la comunidad desde los magros 10.000 habitantes que eran en 2010… un año después, en 2017, éramos 120.000. A partir de ese momento el crecimiento ha sido vertiginoso hasta alcanzar el casi medio millón que somos en este momento. Somos la primera comunidad extranjera en el país y representamos un tercio de todos los migrantes.


Yo emigré a Chile en 2017, es decir lo hice en el año de la gran explosión de migración venezolana en este país, fui uno de esos 60.000 que entramos ese año. Como parte activa de una comunidad de tanto dinamismo como lo es la nuestra, he podido ir tanteando la atmósfera que se vive puertas adentro. No solo por haber transitado yo mismo el camino que va de la búsqueda de empleo hasta lograr autoempleo mediante un emprendimiento, sino porque en mi restaurante trato permanentemente con las historias, los sueños y los planes de mis coterráneos.


Y ese transitar por las voces de tantos hace que sienta que estamos cerca de una explosión de negocios de venezolanos. Literalmente se está armando una tormenta perfecta. Veamos algunos puntos.


I

Hacer vida en Chile es virtualmente imposible en condiciones de ilegalidad. Algo que celebro enormemente de este país es que busca la manera de que todo empleado se inserte en estructuras formales. No manejo estadísticas, pero intuyo que en Latinoamérica este debe ser uno de los países con menor cantidad de empleados “en negro”. De hecho, el que una persona con estatus temporal pueda abrir una cuenta en Banco Estado es notable. Pero hay una piedra de tranca: lograr estatus migratorio permanente no es fácil. En mi caso, que soy un ejemplo de migración “de librito” con todos los recaudos y cumpliendo los tiempos como reloj, tomó cuatro años. Ese período de “limbo” antes de la definitiva es uno en que no se tiene acceso a crédito. 


El primer punto de esto que llamo la tormenta perfecta es que este año empezó a salir por la boca del embudo la visa definitiva de esa masa que migró en 2017 y 2018. Es decir, hablamos de una masa enorme que ha comenzado a soñar con el endeudamiento, y que tiene unos años planificando el tipo de emprendimiento que le gustaría tener una vez regularizados.


II

El nivel educativo de una persona crea también expectativas. Obviamente todo migrante, independientemente del grado educativo que tenga, trabaja inicialmente en lo que sea para poder tener los avales obligatorios para avanzar en la legalidad (fundamentalmente pagos relacionados con seguridad social e impuestos). Se trata de personas que normalmente tienen sueldos que varían entre uno y tres sueldos mínimo, pero con la expectativa de recuperar parte de la calidad de vida dejada atrás. Muchos de los profesionales intuyen que será difícil continuar aquí desde su profesión, y se están planteando montar algún tipo de negocio con el fin de cubrir las expectativas que tienen para los próximos años. 


Aquí entra el segundo factor de esta tormenta perfecta. El nivel educativo de la comunidad venezolana en Chile es altísimo. Según el informe Migración y Productividad en la Economía de La Comisión Nacional de Productividad de 2020 (descargar pdf) 88,07% de los migrantes venezolanos (datos de 2017) tenían educación media o superior completa. La cifra es más asombrosa aún: 63,11% tenían educación universitaria completa, casi triplicando al siguiente país del estudio. La oportunidad y perspectivas que esta cifra presenta son obvias.


III

En Chile es claramente más costoso ser ilegal que legal. Puede sonar a perogrullada, pero créanme que hay muchos países en los que, por ejemplo, un restaurante gana más dinero “engrasando” algunas manos para se venden los ojos y miren hacia otro lado, o en los que una multa siempre es menor que la ganancia mal lograda. En Chile, y me perdonan la expresión, hay que ser estúpido si no se hacen las cosas bien. Los castigos siempre serán superiores.


Este es un factor importante porque implica una forma de entrenamiento para cualquier comunidad migrante. El nivel de autoempleo en Chile es alto, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas para marzo 2020 habían poco más de dos millones de personas con estatus de microemprendedor (Fuente) y el estudio ELE-5 del Ministerio de Economía da cuenta que para enero 2019, 44,4% de todas las empresas del país eran microempresas (Fuente). Son números importantes más si tomamos en cuenta que todas estas personas aparecen es esas estadísticas justamente porque poseen grados de formalidad.


Para el trimestre 1 de 2019 10,4% de las nuevas empresas creadas eran de migrantes (Fuente), estando 68% de ellas en la Región Metropolitana. Este dato es impresionante.


Para este momento ya hemos hablado de muchas personas inmigrantes de un país, que tienen como factor común querer crecer económicamente, con alto nivel educativo, con pronto acceso a crédito, y que ven oportunidades porque están detectando las facilidades que hay en el país para iniciar legalmente una microempresa…. ¿Ven por dónde vengo en este artículo? Pero no para allí.


Hablo mucho con la gente de mi comunidad y una de las cosas que más me ha sorprendido es que todos están ahorrando en menor o mayor medida. Inclusive en los casos en los que podrían tener mejor calidad de vida, comentan que prefieren hacer sacrificios pero ahorrar. Hablamos de 500.000 personas que venían de una economía hiperinflacionaria en donde ahorrar era un sinsentido y en donde cualquier dinero sobrante tenía que gastarse de inmediato. Detengámonos a pensar un instante la psicología que impera en un caso así: apenas sobra algo dinero y guardarlo inclusive días es perder, ese dinero no es suficiente para comprar un activo importante así que para no perderlo es más lógico comprar comida no perecedera o la almohada que hacía falta. Eso es lo que significa “ahorro” en un país con inflación. En cambio, ahora vivimos en un país en donde si nos sobra poco sabemos que guardar muchos pocos valdrá la pena. Les aseguro que la disciplina de ahorro de un migrante está varios órdenes de magnitud por encima de un nacional en cualquier país con economía estable. Las prioridades son distintas en cada caso e inciden sobre las decisiones de gasto.


Somos una comunidad que nos hemos estado preparando. No es menor decir eso.


Quizás peco de mirada sesgada por pertenecer al rubro, pero tengo la intuición de que esa explosión de pymes de venezolanos en Chile tendrá mucho que ver con mi área. El informe de Impacto de la Población Migrante en el Mercado Laboral 2010-2019 en Chile (Fuente) dice que en apenas 6 años (2013-2019) la población migrante empleada en el rubro de alojamiento y servicios de comida saltó de 2% a 10%. 


IV

El cuarto punto que deseo tocar es menos técnico y podríamos calificarlo de emocional. Por suerte hoy en día se entiende lo tangible que es lo intangible.


Por un lado, las cuatro convocatorias principales que hace la comunidad venezolana en Chile, con impacto importante en redes, tienen que ver con las misas de La Pastora, de La Chinita, del Valle, y el día mundial de la arepa. Esa transversalidad no ideológica, tangencial a los bandos y al conflicto, ese territorio en donde siempre nos sentimos uno, esa mesa en que se ha sentado la comunidad venezolana en Chile, es una oportunidad importante de unión alrededor de valores comunes. 


Por otro lado, hay que entender que yo como migrante soy una excepción a mis actuales 55 años, la mayoría de quienes migraron, esos que he mostrado con su educación, ahorro, ganas y sueños, llegaron con hijos pequeños o piensan tenerlos aquí. Es decir, se trata de una migración con una profunda consciencia de que aquello que hagan bien en estos años, será el cimiento para darles una vida digna a sus hijos. Esa energía pesa mucho, enfocada y en unión es imparable.



V

Todo lo que he comentado hasta aquí es notable pero también está disperso. Para que pueda considerarse un fenómeno de importancia, a estudiar los próximos años, es necesaria la presencia de redes. Redes tanto de información y asesoría, como de instigación para que se generen ruedas de negocio.


Existen esas redes, pero aún tímidas y tan dispersas como la misma comunidad. Digamos que están comenzando a encontrar mecanismos para entretejerse entre ellas, por lo que no es casual que todos los portales dirigidos a comunidad migrante en Chile replican información sobre mecanismos gubernamentales de apoyo al emprendedor. Ello habla de un nicho de interés y de un comienzo.


El hecho de que nazca una Cámara de Comercio Chileno-Venezolana es un gran paso. Está por suceder algo importante, es necesario que todos rememos en una misma dirección. 


En eso estamos.

Comentarios

Oscar Díaz Díaz, @ofdiazd @dotsanddesing @faunamarconsultores ha dicho que…
Mi estimado Sumito, te escribe el autor de esa pequeña bandeja de madera con los colores de nuestra patria, esa que estaba o está a la entrada de tu restaurante, y digo estaba porque ahora disfruto en la maravillosa terraza que tienes, además de las restricciones pandemicas. Quiero agradecer profundamente tus palabras cargadas de verdad y de amor, anoche mientras escuchaba tus intervenciones (también las de Lorenzo Mendoza) en la instalación de la Cámara de Comercio Venezolana-Chilena me sentí super orgulloso de ser venezolano, y estoy seguro que todos los venezolanos que estuvimos presentes igualmente lo sintieron. Tus palabras tocaron la fibra de la mayoría, la mía en particular cuando hiciste referencia a la anécdota sobre tu madre, hace apenas dos semanas mi madre partió de este plano, y aunque logré despedirme de ella días antes por video llamada queda un mal sabor de boca, muchos coterráneos han pasado por lo mismo. Pero en fin el tema es sobre tus palabras y tu escrito, la verdad es que hemos llegado a Chile y hemos comenzado a difundir nuestra cultura gastronómica, nuestra idiosincrasia y nuestra capacidad de reinvención, de adaptabilidad y nuestra persistencia en perseguir nuestros sueños. Espero, y creo no equivocarme, que las familias jóvenes que mencionas cuyos hijos bailan cueca, parejas jóvenes que han llegado en busca de un futuro mejor, inculcarán en sus hijos los valores morales y culturales como lo hicieron nuestros padres. Palabras como las tuyas deben difundirse. Sin duda alguna la diaspora venezolana ha llegado para contribuir positivamente con este gran país.
Desconocía tu blog, acabo de descubrirlo, voy a leer tus otros escritos). Nuevamente gracias por tus palabras, un fuerte abrazo.
Oscar
Sole Undurraga ha dicho que…
Que interesante el recorrido que compartes.
No nos sorprendamos cuando en unos años más, hablar de "Chilezuela" no sea de forma despectiva, sino para referirse al maravilloso ensamblaje que se logra generar con lo mejor de 2 comunidades. 💖
Anónimo ha dicho que…
Ayer cuando eschche este escrito en la inauguración de la Cámara de comercio Venezolana Chilena, quería leerlo, me gusto mucho y dices algunas verdades muy relevantes. EL Migrante Venezolano es una persona que vive su historia , su duelo migratorio y no tiene chance de llorar y mucho menos de tirar se en una cama a sufrirlo. Como migrante Venezolana-chilena, psicóloga me toco menos difícil hasta revalidar. Pude trabajar como profesor Universitario y dirigí una tesis sobre Duelo migratorio, donde los Venezolanos éramos sse grupo qye llora su tierra y también su satisfacción, ese que significó trabajar en lo que sea y a veces era muy rudo. Lleno de sacrificio, con metas claras, con capacidades impresionantes Actualmente ejerzo como psicóloga en apoyo a las personas sobre exigentes, y claro los migrantes Venezolanos, somos sobre exigentes, y sus historias son impresionantes y dignas de apoyar para que puedan emprender sin tantas trabas psico emocionales. Un abrazote Isabel Perez Bescanza @psic.isabelpbescanza.
Unknown ha dicho que…
Ha Sido una lectura maravillosa, cargada de una gran vibra positiva siendo lo más increíble que es a partir de lo real. Es muy cierto cuando escribe sobre nuestro profundo deseo de ahorrar y de colocar los cimientos para el futuro de nuestra familia. En Chile he podido estar bien por qué siempre me he manejado con orden y ahorro financiero, y este hábito es posible en todos, hasta en los que hemos ganados sueldo mínimo. Que casualidad venir a leer este gran escrito mientras hago la fila por el carnet chileno. Bendiciones a todos mis compatriotas y muchas gracias a Chile. Pronto a celebrar sus fiestas patrias.
Gladys Pérez ha dicho que…
Hola amigo Sumito. No acostumbro a leer blogs, pero me tomé el tiempo necesario para leer el tuyo, muy despacio; al hacerlo sentía que mi pecho se iba inflando de gozo y orgullo, sentir que esa cantidad de buenos venezolanos estén haciendo vida en Chile, incluyo a mis dos hijas que se fueron hace 4 años, mostrando una cara auténtica y valiosa de nuestro ser venezolano, que muchos piensan que se había perdido. Siempre pienso y digo, como la canción de Fito Paez "Quién dijo que todo está perdido..." Cuando hay un gran número de corazones que van en busca de un futuro valioso, que a la larga beneficia a muchos otros, el bien común. Muchas gracias por este enriquecedor escrito. Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Muchísimas gracias por amar a mi país de nacimiento como yo amo al pais que me adoptó, Venezuela , ambos son extraordinarios, únicos. Bendiciones para quienes hacen posible el crecimiento positivo donde estén gracias gracias. Desde Venezuela, Lorena Aguilera
Cristina Battes ha dicho que…
Excelente publicación, y me gusta la idea de la cámara de comercio ...!!! Me anoto.

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