LA MÚSICA QUE CAMBIÓ MI VIDA

En un par de semanas saldrá una entrevista de una hora por radio muy íntima (logro de un inteligente entrevistador) pero usando como vector la música que me ha marcado. Para preparar la entrevista me pidieron que escribiera un pequeño texto escogiendo cinco piezas musicales y el porqué son importantes para mi.

No fue una sorpresa que al tener que escoger, las 5 más importantes fuesen música clásica puesto que fui amamantado con ella, lo que si fue una sorpresa fue lo que me impulso a contar. Cuando te piden escoger música en realidad no escojes música sino momentos de tu vida.

Este es mi "Top Five"... ¿Cuál es el tuyo y porqué?

  • La composición más importante en mi vida es La Creación Haydn (Die Schöpfung). Era yo un niño (10 años) cuando vi la película “El amor del Capitán Brando” del director español Jaime de Armiñán. Esa película me impactó y no recuerdo como hice (¡No existía Internet!) pero logré averiguar que la música que me había dejado paralizado era justamente La Creación. Ese disco, que hice que mi Mamá me lo comprara, fue el que hizo que yo entendiera el poder de la voz. Lo coral me introdujo a la Ópera. Cuando tengo una melancolía feliz siempre quiero escuchar La Creación. 

  • Los Conciertos Para Trompeta de Telemann también han jugado un papel importante en mi vida. Mi Papá los ponía los domingos cuando éramos niños y para nosotros siempre era el anuncio de que nos esperaba con un desayuno y con su alegría y optimismo irremediables. Todavía hoy, a mis 57 años, si amanezco muy alegre pongo a Telemann con volumen alto.

  • El tercer disco (¡Seguimos en la era del vinil!) es el Concerto para Cello de Shumann, pero específicamente tocado por Pablo Casals. En 1983, teniendo yo 17 años, me fui con un amigo de mochilero a Europa por unos meses (allá, en Paris, cumplí mis 18) y vi ese vinil en una vidriera. Lo compré para regalárselo a mi hermana que era una joven celista de quince años en ese momento y que me introdujo en Casals y en el fanatismo por ese instrumento. No es menor andar con un vinil en un morral mientras se recorre Europa con casi nada de dinero y un libro que se llamaba “Europa con 20 dólares al día”. Probablemente fue el único regalo que traje. Toda la vida he recordado ese disco y a veces me da por escucharlo.

  • El cuarto sería el Concierto Para Violín de Beethoven. La anécdota me da un poco de vergüenza pero ya tengo la edad para contarla. De adolescente era muy fanático de los conciertos para violín y orquesta. Yehudi Menuhin, David Oïstrakh o Isaac Stern eran literalmente mis héroes en esa época. Una vez un amigo y yo decidimos probar hongos alucinógenos mientras un tercer amigo sobrio nos cuidaba. Tendría yo unos 16 o 17 años. En efecto aluciné. En medio de la alucinación recordé nota por nota (¡No exagero!) el concierto para violín de Beethoven. Me gusta mucho escuchar ese concierto porque me recuerda la época de juventud desenfadada que todos hemos tenido.

  • El quinto es más complejo porque iguala el Adagietto de la 5ta de Mahler y la última aria de la Bohème de Puccini (cuando Rodolfo grita ¡Mimí!). Una vez entré al cuarto de mi Mamá. Ella miraba en su televisor Muerte En Venecia de Luchino Visconti. Justo era el momento de la muerte, que es cuando suena el adagietto. Mi Mamá lloraba y me impresionó muchísimo. Paso a explicar qué tiene que ver con la Boheme. Yo escuchaba (y escucho) mucha ópera. No soy yo un conocedor sino un fanático de las melodías y escuchaba porque a mi la ópera me remueve pero sin saber que dice. Escuchaba Príncipe Igor de Borodin o La Flauta Mágica de Mozart sin tener idea de la trama. Cuando escuché por primera vez La Bohème fue distinto porque lo hice con un guión traducido al español en la mano. Fue la primera vez que lloré escuchando una ópera. Así que entre Mahler y Puccini entendí que la música te hace llorar.
  • Comentarios

    Carmen Contreras ha dicho que…
    Historia maravillosa, Sumito no hay nada cómo es u hsr música y recordar momentos de nuestra vida que nos marcan. Abrazos
    Carmen Contreras ha dicho que…
    Historia maravillosa, Sumito no hay nada cómo es u hsr música y recordar momentos de nuestra vida que nos marcan. Abrazos
    Mercedes B. Corro G. ha dicho que…
    Sumito, tu escrito me conmovió. Gracias!! Solo quiero agregar algo, que de alguna forma mencionas, pero que no le das un peso específico. Me refiero al Sincretismo*Gastronómico. Todos podríamos, contar nuestra historia de comidas, pero esa propensión, tendencia o ganas de mezclar, lo de aquí con lo de allá al elaborar comidas; ese deseo, necesidad, de poner uno que otro elemento distinto, para “ver” a que sabe, me parece única y destacable en nuestro gentilicio.
    Ahora que somos tanta diáspora, es aún más notable, podría darte una larga lista, pero mencionaré solo tres y me entenderás: El Arroz Chino venezolano, el Quesillo y Macarronada maracucha, ninguno de esos platos responden al “canon” de sus orígenes, de hecho son bien diferentes. Estos platos se generaron mayoritariamente con la migración a Venezuela y ahora se conocen por la migración desde Venezuela.
    Cariños
    Mercedes B. Corro G.

    *Tendencia a conjuntar y armonizar corrientes de pensamiento o ideas opuestas.

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